El moho en una de las pesadillas del cultivo de cannabis: qué es, cómo reconocerlo, de qué manera se puede prevenir, cómo se erradica y qué peligros implica fumar cogollos infectados por hongos patógenos.
¿Qué es el moho y en qué condiciones aparece?
El moho es uno de los integrantes del increíble reino fungi y como todo hongo, se desarrolla en cultivos con ambientes calurosos, húmedos, sin renovación de aire y puede afectar tanto el suelo como cada una de las partes de la planta.
Además, el moho puede aparecer en todos los procesos del cannabis: en la germinación, en la fase vegetativa, en floración, en el secado, en el curado y en el almacenado.
Tipos comunes de moho
Hablemos de los más conocidos:
- Botrytis: es un hongo patógeno que se conoce como podredumbre gris o moho gris. Normalmente entra a la planta por alguna herida y se transmite de manera aérea. Se propaga muy rápido.
- Oídio: se presentan directamente sobre el follaje, formando una especie de capa de polvo blanco.
- Mildiu: A diferencia del oídio, el mildiu penetra en las hojas y se presenta con manchas marrones.
- Moho Hollín: es un tipo de hongo vegetal. No ataca directamente a las plantas, sino que lo hace sobre los insectos chupadores de savia. Es muy fácil de identificar, ya que se perciben manchas negras sobre las hojas.
- Fusarium: es uno de los hongos más devastadores, ya que puede arrasar con toda la cosecha. Lo complicado de este patógeno es que es menos visible para el cultivador y ataca las raíces o los tallos, de adentro hacia afuera.
¿Cómo detectar el moho en el cannabis?
No todos los moho son fáciles de reconocer, por eso la observación contínua es una de las tareas vitales para el control de patógenos en el cannabis.
¿Cómo prevenir el moho?
Una nutrición equilibrada es la mejor herramienta para prevenir el moho y otras enfermedades. Si al cultivo se le brinda un suelo rico en nutrientes y en biodiversidad de microorganismos, no debería aparecer este tipo de patógeno.
En caso de que se detecten zonas afectadas por el moho, lo recomendable es cortar la hoja o el sector dañado de la planta para evitar su propagación y aplicar fungicidas naturales como purín de ortiga, cola de caballo o tierra de diatomeas. Si en el cultivo aparecen síntomas de fusarium, es recomendable el uso de tricodermas.
Cannabis en interior
En indoor se obtiene un control total, pero hay que tener estos puntos:
- Inspeccionar las plantas diariamente para detectar signos de enfermedad.
- Colocar un higrómetro en tu espacio de cultivo para conocer la temperatura y la humedad diaria.
- Instalar un ventilador y un extractor para que el aire se renueve.
- Defoliar las plantas durante el final de la etapa vegetativa para aumentar el flujo de aire y potenciar la producción.
- Mantener la higiene en la zona de cultivo.
Cannabis en exterior
En outdoor, los factores climáticos pueden dificultar el control del entorno, por eso debes tener en cuenta:
- Prepara el suelo con anticipación, inoculando con microorganismos benéficos.
- Coloca lonas temporales durante los períodos de lluvia.
- Si la humedad exterior es muy alta, instala ventiladores temporales.
- Espacia las plantas para reducir contagios.
- El cultivo exterior en macetas permite trasladarlas a un lugar seguro si las condiciones del clima no son favorables.
¿Cómo recuperar el cannabis afectado con moho?
Depende del tipo de moho que se haya presentado en la planta y su avance. De todos modos, es recomendable no reciclar el cannabis afectado por hongos.
Efectos de fumar cannabis con moho
Fumar cannabis con hongos patógenos es perjudicial para la salud debido a que las esporas ingresan a los pulmones y pueden provocar una infección, como la bronquitis o la neumonía.
Conclusiones
El moho siempre ha sido uno de los dolores de cabeza de los cultivadores de cannabis del mundo, pero si se observan a diario las plantas, se controla la higiene, la humedad, la temperatura y se aporta biodiversidad en el suelo, los patógenos no tendrán lugar.