Cuando hablamos de restos, nos referimos a todo el material de la planta, incluidas las hojas grandes, las hojas pequeñas, cogollos pequeños y cualquier otra parte que podamos haber recortado.
Dependiendo de la genética del tipo de cuidado y de la poda que se realizó en la planta, se puede conseguir mucho del resto de la cosecha y, en el mejor de los casos, cubierto de resina. Si planeas beneficiarte utilizando los restos de la cosecha de marihuana te recomendamos cultivar variedades muy productivas en su estructura y con una gran cantidad de resina.
Afortunadamente, hay varias formas en que se pueden utilizar los restos de la cosecha de marihuana en lugar de simplemente tirarlo a la basura, aquí te mencionamos algunas.
Formas de utilizar los restos de la cosecha de Marihuana.
Una de las cosas más lindas de la marihuana son los múltiples usos que tiene la planta.
Hay varias cosas para hacer con las sobras; las más comunes son el hachís seco, la mantequilla de cannabis y/o el aceite de oliva infusionado. Para la mayoría de estos productos vamos a necesitar que los restos estén secos.
Para hacer hash en seco por cada 200g de restos obtendrás alrededor de 30-40g de hash. Una de las formas más comunes de conseguir este producto es congelar los restos por unas horas y después agitarlos en un colador o malla metálica. Vas a necesitar algún tipo de contenedor donde caerá el polvo. Después de agitar durante unos 5 minutos, se puede recoger el hash con una tarjeta y agitar nuevamente. Cuanto más agites, más hash tendrás, pero hay que tener en cuenta que la calidad será menor en cada ciclo después del primero.
La mantequilla de cannabis generalmente se usa en comestibles como brownies, tortas y galletas. Por lo general, un comestible potente tendrá alrededor de 20 o 30g de restos, dependiendo de la calidad de la cepa. Para hacer la mantequilla hay que precalentar el horno a 100°C y colocar los restos en una bandeja apta para horno, cubierta con papel de aluminio y dejarlo en el horno durante unos 20-30 minutos. Cada 10 minutos hay que mezclar suavemente los cogollos para que no se quemen y todo se descarboxile por igual.
Después de que todo se haya enfriado, colocar los restos descarboxilados en un contenedor de vidrio junto con la mantequilla y cocinar en baño de agua hasta que la mantequilla se derrita. La mezcla no debe exceder los 95°C y nunca debe hervir. Agregar más agua al baño de agua ayuda a mantener una temperatura más baja. Después de 2-3 horas en el baño de agua a 95 °C, colar la mantequilla y refrigerar hasta que se solidifique y se forme el exceso de agua en el fondo del frasco. En este punto está lista para usar.
El aceite de oliva infusionado es una excelente manera de consumir cannabis sin tener que fumarlo. Al igual que la mantequilla de cannabis, lo ideal es consumirla fría, en una ensalada o de una manera que no se le aplique demasiado calor. Se necesita un aceite de oliva de buena calidad y el primer paso es colocarlo en una cacerola a fuego medio hasta que casi hierva. Cuando empiece a burbujear, es momento de apagarlo y agregar los restos. Después de aproximadamente 2 o 3 horas de dejar los restos en el aceite de oliva es momento de almacenarlo en un recipiente de vidrio. Mientras se guarde en un lugar fresco, se puede utilizar hasta por un año.