Los nuevos cultivadores de cannabis pueden pensar que el trabajo más pesado es el del cultivo, pero cosechar, recortar, secar y curar los cogollos es un proceso clave y muy importante para disfrutar del producto en su mejor versión. A veces, el curado de marihuana no se hace ya que la impaciencia del cultivador puede ser alta y las ganas de probar las flores se hacen presentes. Lo ideal es tomarse el tiempo de secar y curar bien las flores.
Existen varios métodos sofisticados para secar las flores de marihuana pero la forma más sencilla de hacerlo es posiblemente la más efectiva. El proceso de secado y curado comienza desde el momento en que se corta la planta de cannabis. Si bien es un proceso lento hay que prestar atención y que el secado no dure una cantidad de tiempo en la que se puedan generar hongos o moho. Pero lo primero es cortar la planta.
Lo ideal es cortar ramas de más o menos 30 cm. Lo siguiente será el recorte de las hojas no deseadas y por último, colgar las ramas de perchas o cuerdas. Para un mejor secado las ramas deben estar boca abajo, a la inversa de como estaban en la maceta.
Uno de los factores más importantes a tener en cuenta durante el secado es el cuarto de almacenamiento y que este tenga los niveles correctos de temperatura y humedad. La sala de secado debería estar entre 15 a 20 grados de temperatura y la humedad en un rango de 45-55%. Se puede utilizar un pequeño ventilador para hacer circular el aire mientras no apunte directamente a las ramas.
Las flores deberían estar secas en un periodo de 5 a 9 dias, dependiendo de los factores climáticos del cuarto de secado. Una vez que los cogollos estén secos hay que retirarlos de las ramas y guardarlos en frascos de vidrio, como los que se utilizan para conservas.
Los contenedores deberán estar llenos al 75%. Hay que asegurarse de que las tapas estén bien cerradas. Los frascos deben almacenarse en habitaciones frescas y oscuras, con una temperatura de 20 grados y un nivel de humedad del 60-65%.
Lo ideal es abrir los recipientes varias veces al día durante la primera semana por unos minutos para que la marihuana respire. Esta acción repone oxígeno en los frascos y permite que escape más humedad. Después de una semana, solo se necesita abrir los frascos una vez cada dos días. En la mayoría de los casos, 2-3 semanas de curado son suficientes para mejorar significativamente la calidad y potencia de la maria.
Se pueden probar algunos cogollos antes de que termine el proceso total de secado y curado pero la diferencia es abismal. El trabajo de cultivo y cosecha puede ser exponencialmente mejor si le damos tiempo y tenemos paciencia.
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