Hojas amarillas en plantas de marihuana

A pesar de ser una planta fuerte y resistente, el cannabis puede sufrir exceso o falta de nutrientes si las aplicaciones no se hacen correctamente. Las plagas también pueden aparecer si el cuarto de cultivo no respeta la temperatura y humedad adecuada, entre otras cosas. 

Por suerte, la planta de marihuana siempre nos habla y estos errores o deficiencias pueden pasar tanto en cultivos de expertos como en cultivos de principiantes. Indiferentemente al profesionalismo del cultivador, si los problemas en la planta de marihuana se detectan lo suficientemente temprano se pueden hacer cambios en la práctica que nos ayudarán a recuperar las plantas. 

Para entender qué le sucede a la planta lo más importante es la observación. La forma y el color de una planta comunica bastante sobre la salud de la misma y nos muestra signos reveladores sobre lo que el cultivador está haciendo mal o puede mejorar. Estas son algunas de las anomalías foliares más comunes.

En el caso de las puntas, cuando se muestran amarillas, o ligeramente rizadas (aparte de amarillas) puede ser señal de una pequeña quemadura de nitrógeno por exceso de nutrientes. Abusar con los nutrientes es un problema común para los cultivadores principiantes que asumen que más cantidad es mejor. Lo mejor es leer la etiqueta del producto y reducir ligeramente la dosis. Después de ajustar la cantidad, evaluar cuidadosamente las hojas nuevas que se forman para ver si el problema continua. Las hojas amarillas también pueden ser un signo de estrés por calor. Hay que mantener el área de crecimiento a 23/26 grados constantes para evitar este problema y los ventiladores funcionando incluso cuando las luces estén apagadas. Los niveles de pH también pueden provocar este síntoma.

Durante la fotosíntesis, las hojas absorben luz y dióxido de carbono (CO2) y lo convierten en energía vegetal. Sin suficiente luz, las hojas comenzarán a amarillear y eventualmente retrasarán el crecimiento hasta detenerse. La solución es aumentar la cantidad de luz que recibe la planta, bajando la luz o con un mayor sistema de luces. 

A las plantas de marihuana, como la Orange Blossom o la Super Lemon Haze,  les gusta un ciclo húmedo-seco para sus raíces. Las plantas con riego excesivo o insuficiente se caerán y van a mostrar síntomas a través de las hojas amarillas. Lo mejor es introducir un dedo 2cm en la tierra para comprobar si está seca o húmeda. 

El pH del agua puede ser otra razón por la que las hojas cambien a amarillas. Controlar el nivel y regularlo es clave para evitar que esto suceda. 

Cuando las puntas amarillas no se tratan, este síntoma va a empeorar y propagarse en casi toda la hoja. Para solucionarlo hay que ajustar la dosis de nutrientes correctamente. Hay que tener especial cuidado con los sustratos que ya contienen nutrientes.

Aprender a examinar las hojas de cannabis como un paso más en la técnica de cultivo es muy importante. Esto nos va a permitir tratar los problemas temprano, y salvar la planta o evitar que su producción no sea exitosa.