Una de las recetas cannabicas más fáciles de hacer es la de mantequilla de marihuana. En cualquier libro de recetas con marihuana la mantequilla va a estar entre las primeras ya que luego de tener este producto el mundo de la cocina cannábica se abre ampliamente.
Los cannabinoides de la marihuana se absorben mejor en materias grasas, tanto en nuestro cuerpo como en otros materiales grasos como la mantequilla, la leche y el aceite, entre otros.
Algo muy importante a tener en cuenta es que al consumir cannabis en comestibles se aprovecha el 100% de los cannabinoides (THC/CBD). Cuando se fuma, solo se consume un 40%, porque el otro 60% se evapora en la combustión. En resumen, consumir marihuana de manera comestible es algo muy diferente a fumar un cigarrillo. Para tener una buena experiencia hay que respetar las medidas y consumir en cantidades pequeñas hasta ir entendiendo el nivel de tolerancia de cada usuario.
Para esta receta se necesitan:
-250gr de mantequilla
-1/2 litro de agua
-25gr de sobras de marihuana bien resinosas o 15gr de flores de cannabis.
Lo ideal es aprovechar la mayor cantidad de la planta que se pueda, por eso en las cosechas todos los sobrantes de la planta que no son la flor y tengan restos de resina pueden ser utilizados para preparaciones de este tipo.
Hay varios métodos para descarboxilar marihuana y este proceso es necesario para aprovechar al máximo tus comestibles. La manera más fácil es al horno y para hacerlo hay que picar la marihuana y calentar a 115ºC durante 45 minutos aproximadamente, moviendo el producto cada tanto.
Una vez que estén todos los ingredientes hay que picar o cortar los restos de la marihuana. El agua debe estar hirviendo y una vez lista se puede agregar la manteca junto a la marihuana.
Algo muy importante es revolver por media hora para que la resina se despegue de la flor o las hojas y quede en la materia grasa. El calor nos va a ayudar con el proceso de descarboxilación, lo que va a hacer que los cannabinoides se activen.
Por último, hay que colar la manteca, pasarla a un recipiente y dejar enfriar por mínimo, 6 hs.
Al sacarla de la heladera hay que retirar el sobrante de agua.
Una vez que tengamos esta mantequilla, la cantidad de usos que se le pueden dar son miles. Se pueden hacer múltiples recetas que incluyan mantequilla o hasta untarla en un pan. De la manera que sea, el usuario va a poder experimentar un viaje que empieza desde lo corporal mientras sube lentamente a la cabeza.
Al cocinar con mantequilla de cannabis y seguir alguna receta con intención de convertirla en una cannabica es mejor usar la mitad de la cantidad recomendada de mantequilla cannabica y mitad de mantequilla regular.
Siempre que se experimenta con comestibles la mejor manera de hacerlo es de a poco. Algunas personas absorben el THC con más rapidez y fuerza. Por otro lado, si la intención es hacer una mantequilla con fines terapéuticos siempre se pueden utilizar flores de CBD para evitar un consumo psicoactivo de la sustancia.
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