Las mejores semillas de cannabis para exterior

Cultivar en exterior

Cultivar marihuana en exterior es el pasatiempo perfecto para los cultivadores que tengan experiencia en jardines y que disfrutan el aire libre. Muchas cosas tiene que funcionar para que un cultivo en exterior sea exitoso. Las condiciones climáticas, un trasplante correcto y un buen lugar en el jardín son algunas de las cosas a tener en cuenta para que la cosecha nos de la producción deseada. 

Sin embargo, el cultivo va a fracasar si el cultivador no está familiarizado con las mejores variedades de cannabis para exterior, dependiendo el clima y su experiencia de crecimiento. 

Genética

La genética de las semillas es un factor que sí o sí va a definir el potencial de la planta. Más allá de lo buena que sea la tierra del jardín, o de la cantidad de nutrientes que se agreguen la planta va a depender mayormente de su genética. 

Variedades

Hay variedades que son específicas para cultivos de exterior. Estas cepas son más resistentes a los climas hostiles, como también a las plagas y los hongos. La variedad El Gaucho de BSF, es un ejemplo de una cepa resistente a plagas y cambios climáticos. La semillas de 6 meses, que no necesitan tanto tiempo para llegar a la etapa de floración son una buena elección para cultivos de exterior. Las variedad Gorilla Glue, por ejemplo, es una semilla fuerte que puede llegar a ser a una monster plant en cultivos outdoor. Si buscamos una cepa resistente y potente, la Green Tiger es una excelente opción.

Ciclo de vida

Para cultivos de exterior necesitamos respetar el clima dependiendo la ubicación de cada cultivador. El cultivo debe iniciarse en primavera para que la luz nos ayude con el crecimiento de la planta. Una vez pasado el solsticio de verano, las plantas crecerán menos pero pondrán su energía en engordar las flores y producir tricomas. 

Clima y luz

Las temperaturas por encima de los 30°c harán que las plantas dejen de crecer, mientras que las temperaturas por debajo de los 12°c pueden causar daños y retraso en el crecimiento de las plantas, incluso la muerte.

Las lluvias intensas y los vientos fuertes pueden causar daños físicos a las plantas y reducir los rendimientos, y la humedad excesiva puede provocar moho, especialmente durante la etapa de floración. Con un simple plástico que cubra las plantas podemos evitar estos problemas y cuidar mejor el cultivo. 

Encontrar el lugar correcto

Las plantas necesitan al menos de 4 a 6 horas de luz solar directa al día. Cuanta más luz, mayor será la producción final. Es conveniente que el lugar de cultivo esté bien escondido, no queremos vecinos curiosos ni despertar sospechas. 

El beneficio de poner plantas de marihuana en macetas es que el cultivador las podrá mover. Eso hace que sea más fácil ocultarlas si es necesario e ir en busca de más luz si al caer el sol las plantas quedan en la sombra. 

La planta de cannabis se mezcla bien con otras plantas. Si ponemos una planta de cannabis entre otras plantas grandes y frondosas, se vuelve mucho más difícil de detectar y no dañaría los otros cultivos.  

Fertilizantes

La fertilización orgánica aprovecha al máximo la vida microbiana en el suelo. Hay muchos diferentes fertilizantes naturales y orgánicos disponibles en las tiendas locales para el jardín, como harina de sangre, harina de huesos, harina de pescado, guano de murciélago y harina de algas.

Analizar el suelo puede ser muy útil y tener esa información nos va a ayudar a entender cómo modificarlo y qué tipos y cantidades de fertilizante se deben usar. Si no sabemos bien cuales son las medidas a utilizar, empezar de a poco.

Cultivar plantas de marihuana es un pasatiempo contemplativo y gratificante, para que sea exitoso hay que pasar mucho tiempo con las plantas y simplemente divertirse.

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